¿Cómo funcionan los cubrebocas?

Es probable que todo el mundo haya visto alguna vez a alguien con una boquilla debajo de la nariz. La mayoría de nosotros somos conscientes de que cubrirse la boca y la nariz es esencial para protegerse.

En resumen, usar una mascarilla al respirar crea una barrera que bloquea las gotas respiratorias de mayor tamaño y funciona como un filtro eficaz para las más pequeñas, que podrían transportar virus. De acuerdo con investigaciones, una mascarilla de tela es capaz de bloquear hasta el 50% de las gotitas que se inhalan y entre el 50% y 80% de las que se exhalan. En consecuencia, las mascarillas protegen tanto a la persona como a quienes se encuentran cerca de ella.

¿En qué le puede beneficiar el protector bucal?

La mejor mascarilla es la que tiene varias capas y se ajusta bien a la cara.

Seleccione una mascarilla que se ajuste bien debajo de la barbilla y sobre la cara con facilidad. El aire puede entrar o salir libremente de una mascarilla con aberturas a lo largo de las mejillas, los laterales o la nariz. Los alambres metálicos utilizados en la zona nasal de las boquillas pueden mejorar el ajuste y garantizar la máxima filtración de aire.

Las mascarillas de tejido apretado, lavable y transpirable de varias capas bloquean más gotas que las de una sola capa. Según un estudio de la Universidad de Illinois, la primera capa ralentiza el ritmo de escape de las gotas, lo que permite a la segunda capa capturar y bloquear hasta el 94% de las gotas restantes.

Es posible añadir una segunda capa de tela en muchas de estas mascarillas, o bien optar por una mascarilla de algodón en lugar de una de un solo uso. Sin embargo, no utilice dos mascarillas ventiladas o desechables. Por último, pero no por ello menos importante, asegúrese de que la mascarilla que elija sea cómoda y transpirable. Tenga en cuenta que la mascarilla que utilizará para defensa personal será la más eficaz.